Por aquí llegó el invierno, por allá, el verano… En todas las estaciones y en toda la naturaleza, cualquier expresión vital es, generalmente, bella. La vida tiene chispa, movimiento, gracia, color, perfume, vibración… Un algo interno que se manifiesta hacia el exterior, un halo que atrae la mirada sensible. Desde un bebé, un brote, una hojita, una flor, un cachorro, una gota de agua…
Respiro y celebro la vida que habita mi cuerpo… Sonrío, por nada en especial y por todo: la singularidad que me atañe y la de todo cuanto me rodea. Mi copa está a rebosar de vida… Como esta luz que se cuela desde el frío invierno por ese ángulo de la ventana.