
El grado supremo de sanación es el amor.
El amor es lo que guía el arte y sin él nadie puede llamarse sanador. Hablar y decir palabras bonitas se consigue abriendo la boca. Ayudar y ser útil se consigue abriendo el corazón.El sanador proviene del Espíritu, crece en el corazón y se perfecciona con la luz natural de la experiencia. En ningún lugar es mayor el amor que en el corazón de un verdadero sanador.
Paracelso
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Muchas gracias mi muy apreciada Ann. José María (Madrid)
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Maravilloso, inspirador, el dibujo y el texto, gracias¡
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gracias a ti por tu compartir.
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