Nos pidieron de nuestra página The World Consciousness Community tres testimonios del Curso Mingjue GongFu de 8 meses, 2020-2021. Repasar, releer y volver a conectar con las personas participantes, ha sido una experiencia sencilla, calmada e intensa. Una verdadera oportunidad de darnos cuenta de lo mucho que ha significado en nuestras vidas el entrenamiento de nuestro estado Mingjue, y la práctica de este en la vida cotidiana para desarrollar nuestro GongFu. La gratitud de todas las personas y la mía, se mezclaron en un solo campo de calidez y alegría. No son solo tres personas, son tres familias.
Vamos a compartir aquí testimonios del Sur de América, Chile, Puerto Montt, y del Sur de Norteamérica, México, Puebla. Y saltando el Atlántico llegar a España, al Mediterráneo. Con las tres personas nos hemos conocido gracias al curso MingJue GongFu del maestro Wei QiFeng. Es en verdad un gran honor para mí recibir estos regalos del universo. Gracias a Ana Javiera, Carmen y Gerardo. Continuaremos compartiendo
RELACIONES MINGJUE * Ana Javiera -Sudamérica, Chile, Puerto Montt-

QUÉ ME APORTÓ EL CURSO MINGJUE GONGFU * Carmen -España, Alicante-

¡He aprendido a vivir en armonía conmigo misma y con los demás!, a que mi estado emocional no dependa de las circunstancias externas. Aprendí a no responsabilizar a nadie ni a nada de cómo me siento.
La relación con mi familia es más armoniosa que antes. Ahora soy más paciente con mi hija, he aprendido a no ser tan exigente con ella y a abordar cualquier tema con humor y sin autoridad. Desde entonces, su capacidad de concentración en los estudios y su autoestima han mejorado notablemente.
También la relación con mi pareja ha mejorado mucho. Antes «veía la paja en el ojo ajeno sin reparar en la viga en el propio», ahora he aprendido a no responsabilizar a nadie de cómo me siento, a amar sin condiciones, sin apegos y sin exigencias, a ir hacia dentro cuando alguna circunstancia despierta mi viejo marco de referencia, y a experimentar cómo a partir de ahí todo mejora.
También he aprendido a aceptar e incluso a disfrutar de que las cosas no sucedan como yo suponía, y a abrirme a descubrir nuevos caminos sin miedo y con puro Amor Mingjue.
Gracias maestro Wei por la valiosa información que compartiste con nosotros. Gracias AnYue por ser el mejor ejemplo de lo que significa ser un buen instructor de Mingjue. Y gracias a todos los participantes también por los maravillosos momentos y experiencias que compartimos.
MÓDULO 8 MINGJUE GONGFU * Gerardo -México, Puebla-

Sentí paz y amor profundo… Al tratar de saber qué hacer, si correr a la luz, sentí una presencia que inmediatamente supe que era mi maestro interior, y junto se me reveló otro ser que era igual a mí, y posando su mano en mi hombro dijo con solo mirarme “tienes que vivir por los dos”, en ese momento regresé como aspirado a mi cuerpo, y abrí los ojos rodeado de personal médico. Todo pasó muy rápido y quedé con la paz y la claridad de que la muerte es algo natural, que al suceder termina todo, ya no hay más nada, pero regresamos a la fuente. El miedo desaparece. También en el camino de ese túnel de luz, muchos sufren porque no es el momento de partir o se resisten… Desde entonces siento necesidad de acompañar a quienes están próximos a partir, lo hago con familiares y amigos, hay que ayudarles y darles la confianza para lograrlo, pues el miedo nos paraliza y aumenta el sufrimiento.
Horas después de referir mi experiencia, mis padres me revelaron que al nacer fuimos dos, pero sólo yo sobreviví. Vi mi vida en un momento y supe que puede acabar en cualquier instante, pero también me llené de paz, sentí la vida material sobrevalorada y la muerte tan temida, como un nuevo estado.
Después de esa y otras experiencias, veo la muerte y a quienes parten como un cambio de estado. Mi vida se llenó de intensidad y confianza, fueron 12 cirugías, recuperé movilidad en piernas, brazos y los sentidos que también se alteraron varios años, opiniones diversas, pero en mi interior algo me decía que todo pasaría y estaría bien viviendo el presente, un día a la vez.
Ahora desde Mingjue esa relación se consolida: lo material puede que acabe, pero hay algo más… estamos en el todo y todo está en nosotros.
CAMBIÉ EL MODO DE VIVIR LA PRÁCTICA
Mi modo de ver la práctica ha cambiado; antes era muy rígido con el horario y el tiempo. Algunos me consideran dedicado y disciplinado. Ahora eso ya no importa, sino tener un buen estado Mingjue y a partir de allí surge todo. En promedio dedico tres horas aproximadamente: por las mañana dos horas entre meditación y algunos movimientos. En el transcurso del día, una hora más en mi práctica de natación, al realizarla desde estado Mingjue, mi ser se ha visto beneficiado por la completud, reflejándose esto en un mejor estado de salud en general. Por último, meditación estática antes de ir a la cama.
Debido a mis antecedentes por haber sido sometido a varias cirugías de columna, mi estado de salud general era inestable, con recaídas y procesos de inflamación frecuentes. Días buenos, otros no tanto recurriendo al reposo. Tiempo atrás usé corset con varillas y cuello rígido. Con paciencia, natación y escuchando a mi cuerpo, fui recuperando movilidad teniendo tendencia a la rigidez, por lo que me acerqué a la práctica del Taichi. Pasó el tiempo y luego me vi dando clases, algo de práctica de yoga y por último al ZhiNeg QiGong. Y, aunque no conozco más que lo elemental de esta práctica, descubrí que al ordenar y conectarme con el campo de conciencia universal, todo queda atrás: cuerpo, sensaciones, las experiencias se incrementaron con la práctica.
Hace poco mas de un año, en el bosque con mi esposa e hijo, organicé mi campo junto con mi esposa y quedé un rato así, en un estado que no quería perder… Escuché angustiada a mi esposa pues el hijo se había perdido y ella empezaba a desesperar; corrió a buscarlo y ella no comprendía por qué no me involucraba… Pero yo sabía dónde estaba el hijo y sabía que todo estaría bien, el universo me lo decía sin decir y además lo veía claramente. Así que conservé ese estado pues no quería dejarlo, finalmente abrí los ojos y con calma fui acercándome a ese lugar que mi mente recreó y le empecé a hablar al hijo; él tenía 4 años de edad, y aunque ella llevaba unos minutos buscando yo ya lo tenía. Tiempo después, el maestro de ZhiNeg QiGong me dijo que ese estado era Mingjue.
Estar en ese estado se convirtió en mi parte favorita de la práctica. Asistí a una clase de cortesía del maestro Wei Qifeng y cuando me invitaron a este curso, todo empezó a evolucionar: la natación, la claridad y concentración, todo mi cuerpo ha respondido de manera favorable. Recién me comentó mi esposa que le sorprendía mi estado actual desde el curso con el Maestro Wei. Me encuentro saludable.
Hun Yuan Ling Tong