En la formación MíngJué GōngFu con el maestro Wei, las personas que desean certificarse habrán de guiar una serie de prácticas en nuestra pequeña y hermosa comunidad. Cada futuro profesor tiene un recorrido propio de acuerdo a su experiencia de vida. Algunos ya tienen sus grupos de ZhìNéng QìGōng desde hace años, otros recién empiezan, unas han sido instructoras de yoga, reiki y otras disciplinas. Compartimos hoy la experiencia de José Luis, recientemente accidentado en su moto y rápidamente recuperado gracias a la práctica desde el estado MíngJué.
Si Albert Einstein hubiera tenido la oportunidad de conocerlo, practicaría Zhineng Qigong.
Ayer martes, me tocó dirigir la práctica del grupo de profesores Mingjue, en la que se generó un potente Campo de Qi apoyado en la fuerza del grupo. Ya hemos experimentado en otras ocasiones lo que es estar en un potente Campo de Qi, durante las prácticas del curso dirigidas por An Yue o en las clases con theacher Wei.
La agradable sensación de conexión con “todo” que deja el Campo en el cuerpo es, a veces, muy persistente y ese fue mi caso ayer.
A las 19:00h de la tarde aún podía percibir en mí esta conexión, en el momento de impartir la práctica habitual a los alumnos de mis clases que, como es normal, iniciamos con la creación del Campo de Qi.
Pero en esta ocasión fue un poco diferente.
La fuerza del Campo generado era aún mayor del habitual y todos ellos pudieron percibirlo.
Es como si un Campo se apoyara en otro para crecer y hacerse más fuerte.
Como si el Campo de Qi generado por la mañana, se extendiera e integrara con el que creamos por la tarde, reforzando ambos.
Cada práctica alimenta el Campo. Cada persona alimenta el Campo. Cada gramo de amor Mingjue cuenta para alimentar el Campo.
Luego, cada participante se lo lleva consigo a su vida, para regalarlo a los demás.
El crecimiento de Campo de Qi es exponencial.

Cuando en cierta ocasión preguntaron a Einstein, ¿cuál es la fuerza más poderosa del Universo?, él contestó que el interés compuesto.
El interés compuesto consiste, básicamente en acumular rendimientos sobre rendimientos anteriores.
Es decir, algo que va sumando, cada vez, lo que aporta (por pequeño que sea) a lo que ya tenía y sobre esta nueva base, vuelve a aplicar el crecimiento constantemente.
Al principio crece muy lentamente, pero el paso del tiempo y la constancia de aplicarlo una y otra vez, obran el milagro de alcanzar resultados extraordinarios.
Eso es lo que ocurre con la práctica personal de Zhineng qigong en cada uno de nosotros y con la fuerza del Campo de Qi común que creamos entre todos.
No hay que desfallecer, porque la constancia en la práctica y la fuerza del grupo nos nutre y nos sustenta a todos. Solo tenemos que alimentarlo y dejarlo crecer el tiempo suficiente para hacernos infinitos.
Por cierto, hoy en la segunda sesión de práctica, el Campo de Qi se hizo aún más fuerte… y mañana más …
José Luis – https://universoqigong.com
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