
Elijo amar, cada vez, cada instante, en cada pensamiento. Porque esa elección es hacia mí. Ese es mi modo de estar despierta.
En mi ciudad elijo que no existan los juzgados ni los jueces ni algo parecido a la justicia. Estoy aprendiendo a que lo que es, es lo que es.
Y por si a alguna persona os pudiera resonar, os cuento algo que nos compartió el Maestro Wei Qi Feng, que no es un Carl Jung ni un Eckhart Tolle, pero lo tengo cerquita.
«Si algo es bueno para mí pero no es bueno para los demás, no lo escogeré.
Si es bueno para los demás pero no es bueno para mí, tampoco será de mi elección.
Si es bueno para mí y es bueno para los demás, lo escogeré con gusto».
Es una buena forma de saber que estás eligiendo amarte y amar.